ALBERTO HINESTROZA
LLANOS
Presidente
Fundación
Periodistas
Bolivarianos de América
Si realmente quisiéramos hacer justicia a Santa Marta,
deberíamos darle el valor histórico que ella tiene, por el sólo hecho de haber
sido la primera ciudad fundada en el territorio que hoy identifica a nuestra
patria colombiana y de hecho de América del Sur. Fue aquí donde realmente se inició un cambio
hacia la modernidad de aquellos años, porque los españoles al ocuparla,
compartieron no sólo su cultura, su lenguaje, sino también su forma de vida y
de vivienda.
Rodrigo de Bastidas, al fundar la ciudad, inició la
remodelación, se puede decir, del espacio público, por eso trazó un plano de lo
que sería la plaza mayor, sus calles y carreras y ubicó el terreno donde se
deberían construir las principales casas para albergar no sólo las dependencias
del Gobierno, sino también la residencia
para ellos.
La primera casa de Gobierno que se levantó, era una choza de
paja y madera, ubicada a pocos metros, donde su sucesor García de Lerma realizó
la construcción de la primera vivienda en mampostería, que es la que hoy se
conoce como la Casa de la Aduana, calle 14 con carrera segunda.
El 11 de noviembre de 1531, hace 481 años, se terminó de
construir y este hecho histórico obliga a que la ciudad sea considerada “la
cuna de la arquitectura colombiana”, ya que en ese año, ni Cartagena, ni
Bogotá, ni otras ciudades existían, por lo tanto es justo que se reclame ese
título que engrandece aún más a Santa Marta.
La construcción de esta casa, dio inicio a muchas
actividades nuevas en la ciudad, por ejemplo allí se instaló el primer horno de
cal de Colombia, el cual sirvió para producir por primera vez pan de trigo en
América; además, fue una casa con varias habitaciones que sirvieron por mucho
tiempo como oficina central del gobierno español y donde se guardan los
archivos de la ciudad, los cuales precisamente 12 años después de inaugurada,
el 18 de julio de 1543, el primer pirata que atacó a Santa Marta, Robert Wual o
Ball, se robó de allí el acta de fundación junto con otros valiosos documentos,
por ello se desconoce la fecha exacta de su fundación; la que se celebra se
debe a la tradición oral (29 de julio).
Doscientos años después, los hermanos Jiménez que la
compraron, le construyeron el segundo piso y desde esa fecha ha sido sede de
las oficinas de Aduana; luego pasó a manos de la curia, que la utilizaba para
alojar a los religiosos que llegaban a la ciudad; sirvió de sede a comisariatos
y fue allí donde se dio inicio a la creación del Club Santa Marta, el cual creó
su propia sede años más tarde.
Sus instalaciones han servido como hotel, agencias de viaje
y allí estuvieron las oficinas de las aerolíneas Avianca y Taxader; gracias a
las gestiones de doña Anita Sánchez de Dávila (q.e.p.d.), se logró que el
gobierno colombiano la comprara por su valor histórico, porque fue la única
casa en el mundo que hospedó vivo y muerto a Simón Bolívar Palacios, fundador
de nuestra amada Colombia.
Fue reconstruida y hoy día sirve de sede del Museo Tayrona o
del Oro; por decreto se le dio el nombre de Casa de Bolívar y es uno de los
atractivos que más enorgullece a la ciudad, pues la casa más antigua de
Colombia y de América del Sur y además, como dije antes, a sus instalaciones
llegó vivo el 1° de diciembre de 1830, Simón Bolívar y el 17 de diciembre fue
traído su cadáver a ésta casa, desde la Quinta de San Pedro Alejandrino, donde
murió a la una de la tarde, y fue colocado en cámara ardiente hasta el domingo
20 de diciembre, cuando fue llevado hasta la Catedral para ofrecerle cristiana
sepultura.
Hasta 1975, la carrera segunda continuaba su tráfico
peatonal y vehicular, al ser demolido el antiguo cartel de la policía que
ocupaba la mitad de lo que es hoy el Parque Bolívar, se cerró el paso
vehicular, pero sigue como esquina, ya que un pasaje peatonal la separa del
Edificio del Banco de la República. Qué
linda es Santa Marta y que interesante su historia.
Tomado de HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Revista Dominical MACONDO
29 de enero de 2012
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